La primera semana de diciembre terminó con dos noticias destacadas y relacionadas. La aprobación del llamado impuesto a las grandes fortunas y el último informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) sobre pobreza.
Al respecto se refirió el Legislador Federico Masso: "El impuesto a las riquezas es una buena noticia porque muestra que por primera vez los sectores ampliamente beneficiados por la productividad de nuestro rico país se van a hacer cargo de una pequeña parte de la crisis económica. Eso quiere decir que la crisis no va a recaer sólo en los sectores medios, las pymes y los sectores pobres, sino también en quienes tienen fortunas para varias generaciones"
Al mismo tiempo la UCA publicó el informe del Observatorio Social para el último trimestre del año: el 44,2% de la población argentina vive bajo la línea de pobreza, un 10% en la indigencia. Esto implica además, siguiendo este informe, que el 64% de los niños y niñas vive en hogares pobres. "La desigualdad en Argentina es intolerable -expresó Masso- no podemos seguir viviendo en un país de dos pisos, donde el acceso a la educación, la salud, la seguridad, la posibilidad de tener un trabajo digno depende del poder adquisitivo. Eso no le conviene a nadie. Cuando los pobres acceden al consumo, acceden a la educación y a la salud y los primeros que se benefician son quienes manejan la producción porque el mercado se amplía y hay mano de obra más calificada para impulsar el desarrollo técnico y tecnológico"
Ambas noticias, a los ojos del Legislador de Libres del Sur, están íntimamente relacionadas "Un sistema impositivo más justo, donde paga más el que más tiene, es necesario para impulsar el desarrollo humano de ese 64% de niños y niñas que viven en la pobreza. ¿Qué van a hacer esos niños y niñas dentro de 15 o 20 años con escaso acceso a la alimentación y a la educación? ¿Nadie ve que la marginalidad es el caldo de cultivo de la inseguridad que sufren los sectores medios? En un país con desarrollo humano la inseguridad baja y la producción crece impulsada por el consumo. Y ese desarrollo humano lo tienen que financiar quienes se beneficiaron de la capacidad productiva de nuestro país. No tenemos nada contra los ricos pero es tiempo de que empiecen a pensar en el resto de los argentinos que no tuvieron las mismas oportunidades ni heredaron las mismas fortunas" sentenció.